Puedo ver quién soy realmente. Puedo vivir de nuevo.
Con apenas 14 años comencé el consumo probando el cannabis. La influencia del entorno, el grupo de amigos cercanos a mi entorno estaban experimentando con las drogas y se vio como una actividad que te hacía parte del grupo, te acercaba socialmente y generaba aceptación de los demás.
Unido al consumo de Cannabis también comencé a utilizar barbitúricos que estaban a la orden sin prescripción médica, estaban al alcance y luego el uso de alcohol que generaba potenciar los efectos de las drogas. De esta manera, el consumo se incrementó y me inicié en la heroína destrozando mi adolescencia, mi vida en general por años.
Cerca de los 18 años cuando ya los estragos del consumo me hacían la vida insoportable, sabía que tenía que hacer algo y comenzó un ciclo de buscar ayuda e hice tres intentos primero con un médico pero no hubo ningún resultado, ya que sustituir la droga por otras drogas de receta no generaba ningún efecto positivo, luego probé otras alternativas en instituciones donde la metodología aplicada no resolvía el problema y no podía salir.
Las drogas cada vez más hacían estragos en mi personalidad, en la forma que veían el entorno, no me dejaban ver quién era yo, cuáles eran mis metas, lo que deseaba para mi supervivencia en general. Los intentos por salir fueron fallidos, no obstante, yo quería una vida nueva, desarrollar mis habilidades y destrezas. Muy dentro sabía que deseaba salir a pesar de todas las barreras.
Pasaba el tiempo e intentaba estudiar, relacionarme con el vivir, pero estaba entrampado. Todo me empujaba a consumir, a ponerme de acuerdo forzado por las sensaciones y por el grupo de amistades que estaban en lo mismo que yo.
Ahora en restrospectiva puedo ver con tanta claridad, estaba inmerso en instantes falsos de desconexión y luego regresaba el dolor y la desesperanza, los problemas amplificados y mis ganar de vivir casi nulas. Era un adolescente que estaba perdido, las drogas apagaban mis capacidades. Sin duda, el ambiente que me rodeó desde el principio y la falta de prevención fue un detonante. Están los amigos que son presa de lo mismo y el punto de vista es ser el más guapo, hacer lo que se espera de ti quebrantando tus valores, tu educación, tus principios más esenciales.
Uno de alguna manera comienza a romper una barrera que te lleva a deformarte, a delinquir, a generar sufrimiento a tu familia y seres queridos. Eso no es la escena ideal para un joven que pudo disfrutar de una vida llena de metas y sueños.
“He tenido una oportunidad muy grande de poder sobrevivir y haber encontrado el Programa Narconon con el cual pude salir de forma definitivamente del horror y dolor más profundo”.
He tenido una oportunidad muy grande de poder sobrevivir y haber encontrado el Programa Narconon con el cual pude salir de forma definitivamente del horror y dolor más profundo. Los caminos disponibles con el consumo de drogas era la oscuridad, el dolor físico y emocional, la libertad perdida en prisión o la muerte, afortunadamente todo se detuvo y pude renacer.
Un día ocurrió el milagro y un familiar cercano que trabajó en el Programa Narconon supo de mi problema y habló con mis padres para preparar todo lo necesario y arribar al centro. Desde que ingresé comenzó el cambio, estaba en la Retirada de drogas sin drogas y los especialistas con los procedimientos y con los suplementos vitamínicos me ayudaron a pasar a través de los síntomas y las molestias físicas y emocionales, poco a poco comenzaron a ceder. Me brindaron la posibilidad de tener mayor confianza, ver la luz al final del tunel. Pude estabilizarme y encontrar las fuerzas, la calma que necesitaba. Era increíble lo estaba logrando y no podía creerlo.
Luego vino la Desintoxicación para una Nueva Vida, estando en la sauna, todo se volvía más real para mí, podía tener mis sentidos liberados, mis sensaciones renovadas, mi cuerpo se estaba desintoxicando y mi esencia retornaba. Era más fuerte, más activo, más capaz, mi cuerpo se estaba regenerando, yo estaba emergiendo, volviendo a nacer después de tantos años.
Al llegar a los Procesos Objetivos y los datos de Destrezas para la Vida el concepto sobre mí mismo se hizo evidente. Pude ver mi esencia, mis sueños y la vida cambió para siempre. Nada fue igual, tenía las herramientas y la fortaleza para enfrentar mi supervivencia como nunca antes. Cuantas metas comenzaron a emerger y al terminar el programa estaba preparado para crear y dar lo mejor! La vida tenía color de nuevo, el futuro era luminoso como nunca antes!
Manuel D., graduado de Narconon Mediterráneo