Ahora soy la líder de mi vida

Graduada de la programa
(Foto de Jose Martinez Calderon/iStockPhoto.com)
 

Desde muy joven conocí el alcohol y desde aquel entonces me gustó la sensación que me producía. En periodos de mi vida en los cuales sentía que todo iba mal, el consumo se intensificaba y cuando disminuían los problemas, el consumo era constante más no se acababa.

Poco a poco fui adoptando un hábito de dependencia y de pronto se había convertido una adicción para mí. Comencé a estudiar la universidad y pensé que eso me motivaría a terminar con mi problema, pero no fue así, fue cuando me di cuenta de que los últimos 4 años de mi vida estuve confinada en mi propia cárcel del alcohol. Toda mi vida giraba en torno a esta substancia, en consecuencia, ya no pude controlar el consumo y comencé a sufrir los estragos del alcohol. Yo sabía que necesitaba ayuda, pero era incapaz de pedirla porque ya no sabía cómo vivir en sobriedad.

Sentía una tristeza profunda que se había convertido en depresión, mi autoestima se esfumó por completo por no recordar nada de lo que había hecho la noche anterior, mi comportamiento se volvió irascible y comencé a tener dificultades para relacionarme con los demás, las discusiones con mi pareja no cesaban y se convirtió en una relación muy tóxica. De pronto, los ataques de pánico, ansiedad y convulsiones aparecieron y cada vez eras más constantes, todo mi mundo se había fracturado y sentía miedo de todo porque la paranoia y soledad se habían convertido en mis únicas compañías.

La situación era ya insostenible y un día en una gran desesperación decidí pedirle ayuda a mi madre. Ella no sabía la terrible situación que estaba atravesando y decidí contarle todo, le comenté que ya no sabía cómo salir de este atolladero, pero que en definitiva quería sobrevivir y que sabía que con su guía podíamos encontrar una solución. Mi madre, en su preocupación, decidió contarle a mi hermana. Afortunada fue su decisión porque mi hermana sabía que Narconon Mediterráneo era la mejor opción para que acabar con mi problema de adicción al alcohol.

Cuando llegué al Centro, aún me sentía muy temerosa de todo, la paranoia no acababa por irse y entré con algunas reservas. Al iniciar el Programa lo hice con la Retirada Libre de Drogas, gracias a este proceso sentí que comencé a vivir porque recuperé el apetito, descubrí que la comida en Narconon es deliciosa y, en sí comprendí que el alimento balanceado es parte importante para para lograr un bienestar. Además, comencé a conciliar nuevamente el sueño y pude darme cuenta de que con el Programa podía comenzar a ver la salida a mis problemas.

“Cuando llegué a Narconon Mediterráneo buscaba salvar mi vida, a los pocos días tenía una sensación de estar mejor, de que estaba en buenas manos y de que lo iba a lograr”.

Gracias a la Desintoxicación de la Nueva Vida, como segunda etapa del Programa pude comenzar a sentir esa transformación en el cuerpo y en la mente, a través de la eliminación de toxinas. Este proceso se basa en la combinación de ejercicio, sudado en calor seco de sauna y un régimen nutricional específico, todo esto hizo posible que me sintiera mucho mejor porque seguía comiendo y durmiendo bien.

Fue con la etapa de Los Objetivos que sentí ese gran cambio y fue de una manera increíble. Este paso del Programa se trata de una serie de ejercicios que ayudan a la persona a enfocar su atención en el entorno presente e inmediato, lejos de recuerdos del pasado. Gracias a estos ejercicios sentí como si me hubiera quitado un gran peso de encima que me atormentaba, pude pensar con mayor claridad y, aunque aún me falta lidiar con las acciones del pasado, podía ver estos recuerdos sin que me causaran gran preocupación. Sentí que la paranoia, la ansiedad y los ataques de pánico se había ido porque yo estaba en control de mis emociones. Todo esto me ayudó a sentirme bien en mi presente para poder construir en mi futuro.

Al final de Los Objetivos sentí un cambio enorme, estaba más tranquila y pude disfrutar de una serenidad que ya no conocía. Me sentí con la capacidad de disfrutar de la vista del jardín, apreciar lo bonito en los pequeños detalles, reír de una manera auténtica y me di cuenta de que mi aspecto había mejorado porque había ganado peso y esto me generaba una felicidad muy grande.

“En ese momento comenzó la vida a ser totalmente diferente. Comencé a tomar decisiones reales, verdaderas, a poner las cosas en orden en mi cabeza y a mi alrededor, ahora todo estaba claro”.

Todas estas sensaciones hicieron del resto del Programa un deleite, por lo que con los cursos de Destrezas para la vida pude por fin apreciar lo que había hecho mal durante el tiempo de consumo. Gracias a las herramientas que aprendí durante los cursos pude discernir que las malas acciones que me llevaron a experiencias tan duras no las quería volver a vivir nunca más. Decidí no volverme a sentir perdida, ni con miedo y, lo más importante, decidí nunca más ser adicta a ningún tipo de substancia. Todo esto me hizo sentir increíble, en una palabra, me sentí empoderada.

Ahora que he terminado el Programa me doy cuenta de que cada paso fue maravilloso porque ¡cada día sigo dándome cuenta de cosas que me hacen más fuerte y feliz! Ahora me siento con la confianza de que puedo valer por mí misma sin drogas, es decir, sin alcohol. Hoy tengo la certeza de que soy la líder de mi vida.

Hoy comienzo un nuevo capítulo en mi vida y agradezco tanto a Narconon Mediterráneo que me haya dado la oportunidad de poder colaborar con ellos. Me da mucha fuerza saber que puedo ayudar a otras personas a liberarse de las dogas para que encuentren un nuevo amanecer.

¡El programa Narconon me ha salvado!!

Maca, graduada de Narconon Mediterráneo


AUTOR
M

Narconon Consultant

NARCONON MEDITERRÁNEO

EDUCACIÓN Y REHABILITACIÓN DE DROGAS