Llegué hundido, destruido y ahora pasando por el programa Narconon mediterráneo siento que puedo empezar de nuevo
Me llamo Javier y llevo desde los 16 años en drogas,empecé por curiosidad, para llamar la atención, para ocultar complejos y para sustituir la falta de cariño.
Antes de venir a Narconon Mediterráneo mi condición personal se había degradado tanto y había causado tanto dolor en mi entorno que me planteé hasta desaparecer de esta vida, por eso vine aquí, me sentía mala persona, incapaz de ser feliz o hacer feliz a nadie, incapaz de mantener un trabajo, incapaz de todo.
Este programa ha sido para mí, un final a las drogas y un punto final y seguido a la vida.
El primer paso, la retirada sin drogas fue como aterrizar pasé de tener la cabeza en el pasado en todo lo que había hecho mal centrarme en lo que ocurría, centrarme en mi mismo, establecer un orden en las comidas, en el sueño y recibí una ayuda que me hicieron sentirme mejor conmigo mismo y con lo que me rodeaba.Estaba tranquilo y empecé a ocuparme de mi problema.
En el recorrido de desintoxicación sentí un el cambio que sufrió mi cuerpo y mi mente “fue espectacular” fui sintiéndome muy bien, con mucha vitalidad pude empezar a correr y correr 30 minutos cuando antes no era capaz de correr ni 5 minutos. La mejora era palpable, me veía más guapo, mis ojos volvían a brillar, estaba relajado y el desorden había en mi cabeza se ordenó y empezó a tomar forma, en definitiva mi cuerpo estaba limpio de toxinas mi mente despejada y clara. Ya estaba listo para el siguiente paso, realicé unos cursos de comunicación que me ayudaron a confrontar, comunicar de forma tranquila y clara, estar tranquilo, solucionar las cosas mediante la comunicación. Pasé al curso de objetivos y este paso “cambió definitivamente mi vida” simplemente desperté, traje toda mi atención al presente, dejé de vivir en el pasado, descubrí porque la palabra tiempo presente significa “regalo” experimente tantas cosas positivas sobre mi y sobre todo lo que me rodea, fui consciente de como recuperaba habilidades perdidas por las drogas, no precipitarme, tener el control sobre mi, una fortaleza tremenda, he dejado de ser débil y no me afectan tanto las cosas; me siento en armonía conmigo mismo y con todo lo que me rodea.
“Por último me dieron herramientas muy útiles para reconocer a las personas que quiero en mi vida y a las que no, aprendiendo a valorar y a valorarme, a vivir con valores con ética a anteponer mi supervivencia al suicidio que supone no hacerlo sin dejar atrás los principios y lo correcto.”
Por último me dieron herramientas muy útiles para reconocer a las personas que quiero en mi vida y a las que no, aprendiendo a valorar y a valorarme, a vivir con valores con ética a anteponer mi supervivencia al suicidio que supone no hacerlo sin dejar atrás los principios y lo correcto.
“AHORA SIENTO QUE PUEDO EMPEZAR DE NUEVO”
Javier—Graduado de Narconon Mediterráneo
